martes, 6 de noviembre de 2007

Memoires


...Pero aquí lo que me interesa es el misterio específico del sueño por el sueño mismo, la inevitable sumersión que de noche a noche cumple osadamente el hombre desnudo, solo y desarmado, en un océano donde todo cambia, los colores y las densidades, hasta el ritmo del aliento, y donde nos encontramos con los muertos. Lo que nos tranquiliza es que volvemos a salir de él, y que salimos inmutables, pues una sensación extraña nos impide traer con nosotros el residuo exacto de nuestros ensueños. También nos tranquiliza el que nos cure de la fatiga, pero esa cura temporaria se cumple por el más radical de los procedimientos, el dejar de ser. Allí, como en otras cosas, el placer y el arte consisten en abandonarse conscientemente a esa bienhechora inconsciencia, en aceptar ser, sutilmente, más débil, más pesado, más liviano y más confuso que uno mismo.

(...) Si pensamos tan poco en un fenómeno que absorbe por lo menos un tercio de toda vida, se debe a que hace falta cierta modestia para apreciar sus bondades. Dormidos, Cayo Calígula y Arístides el Justo se equivalen; yo no me distingo del servidor negro que duerme atravesado en mi umbral. ¿Qué es el insomnio sino la obstinación maníaca de nuestra inteligencia en fabricar pensamientos, razonamientos, silogismos y definiciones que le pertenezcan plenamente, qué es sino su negativa de abdicar en favor de la divina estupidez de los ojos cerrados o de la sabia locura de los ensueños? (...) Nunca me gustó mirar dormir a los seres que amaba; descansaban de mí, lo sé; y también se me escapaban. Todo hombre se avergüenza de su rostro contaminado de sueño. Cuántas veces, al levantarme temprano para estudiar o leer, ordené con mis manos las almohadas revueltas, las mantas en desorden, evidencias casi obscenas de nuestros encuentros con la nada, pruebas de que cada noche dejamos de ser...

Memorias de Adriano
-Marguerite Yourcenar-

17 comentarios:

keleb-dûr dijo...

uuuuh!! qué bueno!!! me ha ecantado lo de la divina estupidez. Pues la verdad es que yo caigo alegremente en brazos de Morfeo así que no me debe importar mucho renunciar a mi inteligencia e individualismo jejejeje Eso sí, no me gusta verme dormida.

Pero eso de que salimos indemnes y no nos traemos residuos del sueño.....te diré. Precisamente hoy tengo muy vívido lo que he soñado jejeje y si te digo que era una mezcla de la fiesta del cuero de Queer as Folk con un palacio renacentista y hombres vestidos de estilo regency...ummmm.....inemne lo que se dice indemne no sé si habré quedado jajajaja me lo haré mirar

Lothi dijo...

Mira tú, con todas las manías que tengo, no comparto ésa con Adriano. Me gusta ver dormir a la gente que quiero. XDDDD

keleb-dûr dijo...

A mi me gusta ver dormir a los demás. Lo que no me gusta es verme a mi misma jejeje Será verdad que me veo cara boba

Azelaïs de Poitiers dijo...

Jajaja hay muchas cosas que no comparto con Adriano... yo soy terriblemente fan de caer en brazos de Morfeo cuando me da la gana y la verdad es que me importa poco la cara de boba con la que se me vea. Hasta me veo simpática dormidita, jajaja. De todas formas, lo que dice Adriano es que los estupidos son los que quieren a toda costa conservar la consciencia en lugar de abandonarla en pro del sueño. También parece bastante fan de Morfeo, la verdad... como tres páginas se tira hablando de sus virtudes (lo que he puesto ahí está abreviadísimo).

A mí también me encanta ver dormidita a la gente que quiero, la verdad. Pero en cualquier caso me encantan las ideas que plantea... esos celos de la gente dormida porque "desconectan de él" son graciosos y también la manía de borrar "todo resto del sueño". A fin de cuentas a mí me da igual que me vean durmiendo, pero sí es verdad que a nadie le gusta que le pillen con la cama deshecha y según quien nos despierte con una llamada telefónica, creo que muchos tratamos de disimular que estábamos dormidos...

Jeje, cuando me leí esto me di cuenta de que tenía que venir derechito al blog, jaja. Me está encantando la re-lectura de Adriano, por cierto. Creo que cuando me lo leí en mis mozos tiempos no le saqué el partido que le estoy sacando ahora. Os lo recomiendo y mucho a quienes no lo hayáis leído (a tí no, Lothi, que te lo vas a terminar por aprender y Antínoo te afecta mucho, jaja)

Azelaïs de Poitiers dijo...

Por cierto, Keleb ¿qué clase de guarrada has soñado? Marrana, más que marrana, jajaja. Yo tampoco me habría quedado muy indemne después de eso, jajaja.

keleb-dûr dijo...

jo calla calla qué bizarrez de verdad. Pero yo no hacía ná de ná sólo miraba XDDDDDD

Azelaïs de Poitiers dijo...

Ya ya, eso dicen todas, jajaja

Azelaïs de Poitiers dijo...

Jo, pues yo hoy he soñado que entre las del grupo planeábamos y llevábamos a cabo todo un atraco organizado al palacio de Westminster, jajaja. Para qué atracar un banco cuando puedes hacerlo con un palacio.

Eso sí, el personal que había dentro era muy diferente al habitual... vamos, que había un rey y una reina decentes y cabales y todo. Vamos, nada que ver con lo de ahora. Lo sé porque estuvimos hablando con ellos y todo. Ya veis que el atraco fue una obra de arte.

De todas formas nos dejamos un par de cabos sueltos y nos pillaron, sigh, así que a tomar por saco con los millones. Una moza salía herida de un disparo y todo, jajaja.

Claro que estoy fatal, pero supongo que ver ayer al capullo que registraba las maletas en Barajas me debió de afectar, jajajaa.

Berúthiel dijo...

Pedazo de libro, si señor. Yo también lo leí hace ya quizá demasiados años, lo reeleré!

Azelaïs de Poitiers dijo...

Jo, pues de verdad que la re-lectura es mejor que la lectura originaria. También es verdad que yo me lo leí hace muchísimos años y entonces era más inconsciente, jajaja.

Eowyn Zirbêth dijo...

Entiendo perfectamente esa especie de rencor porque durante el sueño descansan de una. Es una idea retorcida, pero muy de quien ama apasionadamente y siente una necesidad enfermiza del otro.

Mamorias de Adriano, he de releerlo yo también. En la montañita de libros a releer están ese, El muchacho persa, Yo, Claudio y Claudio el dios y su esposa Mesalina. Así, para empezar. Aunque, lo reconozco, ahora mismo quiero releer La Canción de Hielo y Fuego.

Tengo que enlazar directamente este blog al mío, porque se me pasa leerlo. Qué desastre...

Azelaïs de Poitiers dijo...

Ooooh me encantan todas tus relecturas pendientes (excepto los de "Juego de Tronos", que no he leído ninguno y la verdad es que no me tientan mucho)... Los de Claudio también tenía pensado releerlos y los de Alejandro se me habían olvidado. ¿Leíste los otros dos de Alejandro Magno? "Fuego del Paraíso" y "Juegos Fúnebres". Una gozada. Me los apunto, a ver si caen.

Qué gracia, creo que leí todos esos libros en la misma época, en COU o cerca.

Lothi dijo...

¿Hablas de los Alejandros de Manfredi? Quise leerlos durante años, pero luego me dió mal rollito, y luego peor... Y ya no los leí. ¿Están bien o es novela histórica caspas?

Azelaïs de Poitiers dijo...

No, los de Manfredi no, los de Mary Renault. Los de Manfredi me dieron mucho miedo a mí también... me da que son más best-seller, aunque tampoco me hagas mucho caso porque ya te digo que no me los he leído.

Los de Mary Renault a mí me encantaron en su día, claro que de eso hace mucho y vete a saber. Ahora puedo pensar que son mucho mejores o todo lo contrario. Me leí "El Muchacho Persa" porque era el libro que se estaba leyendo no sé qué actor o cantante o algo que hizo una entrevista en algún lado. Lo debió de comentar con mucho entusiasmo, me sembró la intriga y me lo cogí. Después me leí los otros dos. Los libros eran majos y mi fanatismo por Alejandro Magno se vio más que satisfecho.

Tiene otras cosas majas Mary Renault, porque "La Máscara de Apolo" también me tuvo obsesionada. A ver cuándo los ataco otra vez. ¡Espero que no me decepcionen!

Selerkála dijo...

Anodadado me he.
XDDDD

Selerkála dijo...

AnoNadado! Joer con los muñones....

Azelaïs de Poitiers dijo...

Jaja, pero ¿anonadado por nuestros sueños orgiásticos (los de Keleb-Dûr, los míos son divertidos a secas) o por el libro? Si es por lo segundo, ya sabes, guapa: "Pedid y se os dejará prestado", jiji.